A pesar de la larga lista de películas sobre asesinos seriales reales que han aparecido en pantallas grandes y chicas, los amantes y seguidores del género pedían a gritos las adaptaciones cinematográficas de las vidas del gigante Ed Kemper y el anciano Albert Fish. Pues bien, Kemper deberá esperar turno, pero el abuelito de los asesino seriales, Albert Fish, por fin es llevado a la pantalla (aunque nosotros lo tengamos que ver en DVD).
Uno de los episodios más escandalizantes y traumáticos para la sociedad norteamericana es el de Albert Howard Fish, caso que contiene una alta dosis de perversión sexual, la cual, culmina en espantosos casos de canibalismo cuyas víctimas, en esta ocasión, fueron niños indefensos.
La aparente figura débil y enferma del anciano de 66 años Albert Fish, no generaba preocupación alguna en la sociedad Neoyorkina de los años 30 y, pese a que el pasatiempo favorito de Fish era enviar cartas obscenas, ninguna de ellas representaba algo más que un simple mal rato para su lector; sin embargo, la misiva enviada al matrimonio Budd el 11 de noviembre de 1934 horrorizó por completo a la ciudad entera: en ella se describía con lujo de detalle la forma en que fue asesinada, desmembrada, cocinada y devorada la pequeña Gracce Budd, de tan sólo 6 años de edad.
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